Agenda

Uso de todos los tiempos del pasado


Ejercicios prácticos
1. Escribe un párrafo formado por dos o tres frases en pasado en las que aparezcan los cuatro tiempos verbales del pasado: pretérito perfecto simple o indefinido (leí), pretérito imperfecto (leía), pretérito pluscuamperfecto (había leído), pretérito anterior (hube leído). El único tiempo del pasado que falta es el pretérito perfecto compuesto (he leído). Recuerda que este tiempo verbal se refiere a acciones pasadas, pero que se han producido en un tiempo que todavía es presente para el hablante. Por ejemplo: Esta mañana he leído el periódico mientras desayunaba. Subraya cada tiempo verbal cuando aparezca y utiliza tu chuleta de verbos para escribirlos correctamente.

EJEMPLOS:
  1. Nada más hubo salido de casa, sonó el teléfono. Era la llamada que había esperado todo el día. ¡Qué mala suerte había tenido!
  2. En cuanto hubo pronunciado el ”sí quiero”, la novia se desmayó y perdió el sentido durante unos minutos. Ella se casaba obligada y nunca había querido a aquel hombre que le horrorizaba.
2. Ahora practica el uso de los tiempos del pasado redactando un breve texto en el que aparezcan los cinco tiempos verbales. Puedes por ejemplo contar una anécdota que te haya sucedido (la última vez que algo te hizo morirte de risa, la vez que más miedo pasaste, el recuerdo más bonito de tu vida, etc.) o inventarte algo.
Subraya los tiempos verbales y si quieres resáltalos con un color. Puedes trabajar en un documento de texto y luego subirlo a Google docs. A continuación deberás hacer público el documento y enviarme por el mail la dirección URL del documento.

Aquí os dejo los textos de algunos compañeros. Leedlos y comprobad que reconocéis los tiempos verbales del pasado y que entendéis su uso:


pretérito perfecto simple o indefinido (leí), pretérito imperfecto (leía), pretérito pluscuamperfecto (había leído), pretérito anterior (hube leído).

El otro día leí una noticía sobre un hombre asesinado mientras andaba por la calle. La noticía me había impactado mucho. En seguida que la hube leído, me aseguré de entrar a una cafetería para leer ahí dentro, tranquila.


Hace ya un par de meses, cuando aún no tenía la tibia rota, vinieron  Maria y Hanna a mi casa a comer. Enseguida que hubimos comido,  nos pusimos a reír, chillar  y a hacer tonterías. Mi madre se había ido a duchar y por eso no nos oía. De repente, oímos que delante de la puerta de mi casa había alguien. Ese alguien era ¡un policía!. Hicimos cara de sorpresa. Nos dijo que no podíamos chillar así, que una vecina había llamado a la polícia  porque pensaba que nos estaban atacando. Ese día nunca lo olvidaré....¡PASAMOS UNA VERGÜENZA!
MARA E.  (anécdota verídica de Mara y Hanna)

Uno de los recuerdos más bonitos de mi vida que recuerdo fue cuando fui a París. Ahí veía todo tipo de paisajes preciosos, museos, tiendas, monumentos... Antes ya había visto otros paisajes o museos, pero en cuanto hube observado aquellas magníficas vistas que veía por donde pasaba, pude afirmar que París es una de las ciudades más bonitas de todas a las que yo he ido.
MARINA P.
 Ayer Jaume y Martí llegaron tarde a clase. ¿Queréis saber por qué?
 Resulta que Jaume iba por la calle en bici y de repente se encontró a Martí que estaba paseando al perro. En cuanto el perro hubo hecho sus necesidades, le acompañó hasta su casa. Como tenían que hacer un trabajo de religión quedaron para trabajar juntos por la tarde. Antes Martí ya le había dicho a su madre que no podría ir a fútbol porque tenía que hacer un trabajo de religión, pero por si acaso se había olvidado, se acercaron al Ayuntamiento, donde trabaja la madre de Martí, y le recordaron que esa tarde trabajarían juntos en casa. Ya puestos a perder tiempo y llegar tarde, cogieron un plano del centro de Vilanova y se dijeron: "si otro día llegamos tarde, probaremos algún atajo para llegar en menos minutos." (anécdota verídica de Jaume y Martí)

El año pasado fui con mis primos a la Costa Brava. En cuanto ellos hubieron visto la playa, inmediatamente pensaron en mojarse las piernas. Yo no pensaba que lo harían, porque hacía mucho frío. Yo le había dicho a mi primo que llegaba una ola, pero él seguía haciendo payasadas. Le volví a avisar que dejara de hacer el tonto. Justo cuando llegó la ola, mi primo se salió, pero cuando estaba a punto de salir, resbaló y se mojó toda la ropa. ¡Yo y mi prima no parábamos de reír! ¡ Fue un día espectacular! (Anécdota de Andrea R.)



No hay comentarios:

Publicar un comentario